miércoles, 16 de mayo de 2012


ANATOMÍA BANCARIA Y CRISIS ECONÓMICA

A una edad muy joven,  cuando tenía 10 ó 12 años  --ya lloviótodos los años recibía clases de anatomía animal.  Me explico.  En las aldeas de Galicia, mi tierra natal,  en aquellos años de privaciones de todo tipo,  la gente más humilde del rural sobrevivía cultivando productos del campo en pequeñasleiras(fincas),  de su propiedad o arrendadas,  y criaba animales diversos:  gallinas, ovejas,  cabras, cerdos,  que le permitían disponer de alimentos durante todo el año.  Una o dos veces al año se llevaba a cabo la matanza del cerdo,  según el nivel de subsistencia de cada familia.

Asistí muchas veces a este tipo de ceremonia,  porque de eso se trataba.  Eran épocas de depresión económica y,  por qué no decirlo, de trabajo escaso y de miseria en muchas familias,  como está ocurriendo actualmente.  Había que sobrevivir,  ya que nuestro país había quedado destrozado en todos los órdenes,  como consecuencia de la Guerra Civil.   Las clases de anatomía animal se desarrollaban al día siguiente,  cuando el matachín diseccionaba el animal.  Mientras lo hacía,   nos iba explicando a los niños y mocitos las distintas partes que estaba troceando y extrayendo  --como él decía, el cerdo,  fuera el alma,  era como una personay en esas lecciones naturales de anatomía nos iba describiendo cada una de ellas: corazón,  pulmones, hígado, riñones, intestino,  teniendo especial cuidado en la separación de la bolsa biliar del hígado que, de romperse,  podía contaminar todas las demás.  Y también el intestino,   en que hacía uso de toda su experiencia para separarlo de la piel,  por razones obvias.

¿Qué tiene que ver todo lo descrito anteriormente con las entidades financieras?  Pues sí,  como símil tiene algo que ver para comprender el gran problema que tenemos actualmente en nuestro país,  la podredumbre y la inoperancia del sistema financiero y el papel que tenía que haber desempeñado  la  Inspección del Banco de España y las sociedades auditoras  --supuestamente independientes,  pero que no lo son--  para llegar a una conclusión,  entidad a entidad,  y una vez puesta de manifiesto la situación real,   aplicar a cada una de ellas la medicación necesaria y no dejar que la metástasis extendida en las Cajas de Ahorro afectase a todo el sector.  La Inspección del Banco de España viene cumpliendo sus funciones de supervisión bancaria,  amparada  en la Ley 13/1994,  de Autonomía de nuestro banco emisor,  y la Ley 26/1988,  de 29 de julio,  de Disciplina e Intervención de las Entidades de Crédito,   tendría que haber cumplido estrictamente la misión que tiene encomendada,   analizando,  in situ, de forma continuada,  a cada una de las entidades,  especialmente las de situación delicada:  riesgos contraídos,  de mayor a menor;  los concedidos a grupos consolidados;  los de las grandes empresas e instituciones públicas,  incluidos partidos políticos;  valorando en cada caso el riesgo contraído y las posibilidades de recuperación y,   en consecuencia,  establecer la morosidad real de cada entidad,  separando lo recuperable de lo fallido,  el riesgo subestándar,  etc.,   para llegar al diagnóstico definitivo y la propuesta de la medicación necesaria en cada  caso.

Por otra parte,  en estas operacionesa corazón abierto,   los máximos responsables de cada entidad  tendrían que poner de manifiesto aquellos contratos y obligaciones contraídas,  con o sin vencimiento explícito o condicionado,  cuya contabilización se hubiera omitido o considerado sin efectos contables.   Sin duda,  los inspectores de nuestra máxima autoridad bancaria habrán llegado en los últimos años  --me consta--  a conclusiones y emitido informes de cada una de las entidades que conforma nuestro sistema  financiero,  pero que,  por intereses societarios o conveniencia política,  no han salido a luz pública,  pero que tendrían que haber producido efectos inmediatos,   pero ha imperado el silencio impuesto por sus superiores,   exigencia de inexcusable  cumplimiento por parte del propio Gobernador del Banco de España, con graves responsabilidades en la situación actual.

Pero la situación es la que es y ha llegado demasiado lejos,  provocando la ruina económica de este país.   Si yo estuviera cerca del Presidente del Gobierno,  le aconsejaría que ordenara al Ministro de Economía,  Sr. de Guindos,   que sometiera a nuestro sistema financiero a esa exploración anatómica, en vivo,   por quienes conocen mejor nuestro sistema financiero,  que no son otros que los ya mencionados  Inspectores del Banco de España,  con un mandato de obligado cumplimiento,   haciendo depender temporalmente de este órgano los equipos de auditoria interna de las propias entidades,  que colaborarían en estos trabajos.  Conocidos los resultados,  entidad por entidad,   habría que tomar las decisiones oportunas y,  en su caso,  exigir responsabilidades a sus altos ejecutivos y administradores que hubieran actuado con irresponsabilidad e incompetencia,  contribuyendo con ello a que nuestro país siga en una senda de destrucción de empleo y la economía general en recesión,   además de no cumplir la verdadera e inexcusable función de las entidades bancarias,  que es la financiación de la economía real,  y no la especulación financiera.   Dentro de esa exigencia,  no podrían quedar fuera de responsabilidades las sociedades auditoras, que dulcificaron  los informes,  año tras año,  calificando delimpiaslas auditorías realizadas,  cuando la realidad era otra.   Ni tampoco las sociedades de tasación,  en cuanto a la financiación inmobiliaria.

Pero quedaría otra exploración anatómica que hacer,  no menos importante,   que debería ser dirigida por el Sr. Montoro,   Ministro de Hacienda.   Se trata del Sector Público.  En los últimos años se produjeron dos desequilibrios muy importantes en la economía española.   Por un lado,  el crecimiento de la Deuda Pública en 300.000 millones de euros,  y  también el déficit acumulado en  una cantidad similar.  En total,  600.000 millones de euros, que equivalen, en pesetas, expresado en cifras enteras, a 99.831.600.000.000,  (es decir,  casi 100 billones de pesetas). ¿Adónde fue a para todo ese dinero?   Una parte importante,  fue para pagar el seguro de desempleo de los millones de parados que hemos acumulado;  otra,  no menos importante y creciente,  al pago de intereses de la deuda pública acumulada en años anteriores,  pero todo lo demás necesita aclaración.

Como en la Administración General del Estado y de las Comunidades Autónomas,  Diputaciones y Ayuntamientos,  se supone que todo el dinero que desembolsaron todos  esos años está amparado por justificante de pago o de transferencias realizadas,  habría que investigar en qué se empleó esa cifra astronómica de recursos públicos;  averiguar cuáles fueron las contrapartidas de los destinatarios y,  a partir de ahí,  pedir cuentas a sus administradores y ordenantes de los pagos y a los receptores fraudulentos,  que sin duda habrá muchos.   Y recuperar parte del botín que se llevaron.  En nuestro país hay una legión de empleados públicos que tienen como función controlar el gasto y  los pagos de dinero publico en las instituciones a las que están asignados.  Disponemos,  además,  de Tribunales de Cuentas a nivel estatal y autonómico,  bautizados según el lugar de asentamiento,  a los que se les debe exigir el cumplimiento estricto de sus funciones,  poniendo de manifiesto las irregularidades observadas,  en su caso.  Sin duda,  existen gran número de informes de este tipo,  elaborados por el personal adscrito a estas instituciones verificadoras,   pero seguramente muchos de ellos descansan en los cajones.

Por otra parte,  el Gobierno español debería mandarle un mensaje a los especuladores nacionales e internacionales en el sentido de que si prosiguen en sus ataques a nuestra economía,   nuestro país abandonará la zona euro y cobrarán la deuda justa en pesetas.  A siempre me pareció que nuestra integración en el euro fuela gran estafa,  y ahora estamos pagando la consecuencia de haber negociado mal,   en una situación adversa.   Sigue habiendo vida después del euro,   constituido por un grupo reducido de país.  Y los que no se integraron en la moneda única, siguen viviendo.   Nuestro mundo lo conforman cerca de 200 países.  Pero éste es un tema opinable y polémico,   no lo expuesto más arriba,  que es real.

Como el hacer no es tan fácil como el decir,  hago una autocrítica,  y para ello voy a incluir como final una frase de un personaje de una de las obras del gran dramaturgo inglés,  contemporáneo de nuestro Cervantes,  William Shakespeare.  Se trata de El Mercader de Venecia,  donde Porcia, señora de Belmont,  responde a los consejos de su criada,  diciéndole más o menos:Si el hacer fuese tan fácil como el decir,  las capillas de convertirían en iglesias,  y las chozas de los pobres en palacios de príncipes.

Pero aún así,  a pesar de las dificultades,  lo que propongo es realizable,  reforzándome en esta idea el contenido de un reportaje sobre la crisis islandesa,  emitido recientemente por una cadena nacional de televisión.  En ese pequeño país,   que también fue saqueado por la especulación financiera y todo lo que trajo consigo, vienen tomando medidas  --por exigencia del pueblopara clarificar la situación.   En el nuestro sólo falta una decisión política de quienes nos gobiernan,  porque algo tendremos que hacer en este país que ha sido igualmente saqueado y arruinado en los últimos años.  Se lo debemos a las clases más humildes, que son las verdaderas perdedoras en esta desgraciada época que estamos viviendo, y también a nuestros hijos y nietos,  cuyo futuro está condicionado por el despilfarro y la deuda acumulada.  ¿Seremos capaces?

Este artículo,  escrito en la primera semana de Mayo,  terminaba en el párrafo anterior,  pero la noticia del lunes sobre la crisis deBankia,  con la posterior dimisión del Sr. Rato y  el nombramiento de su sucesor,  D. José Ignacio Goirigolzarri,  Ex Consejero-Delegado de BBVA,  persona de larga experiencia bancaria,  y la posible inyección de dinero público a la entidadalrededor de 7.000 millones de euros o su nacionalización--  determinó que hiciera un añadido final sobre la crisis bancaria que venimos padeciendo en los últimos 3 años,   en espera de que el Gobierno actúe,  de una vez por todas,  y resuelva los problemas del sector bancario,  caiga quien caiga,   -Bankia es sólo uno de ellos--   que están  condicionando la economía de nuestro país.

Desde el año 2008 vengo criticando la actuación del actual Gobernador del Banco de España,  por sus silencios e inactividad en la misión que tiene encomendada,  todos ellos publicados en la Red y algunos en miblog” (afonsodelaxes.blogspot.com).   Pero no sólo él tiene la culpa,  sino también las cúpulas y consejeros de las entidades financieras,  muchos de ellos con carencias importantes  y falta deoficiopara estar al frente de ellas, realizando inversiones sin respetar  las normas más elementales de gestión del riesgo, prebendas personales,  jubilaciones millonarias,  etc.  El  Sr. Fernández Ordóñez,  con la Ley de Disciplina e Intervención de Entidades de Crédito  en la mano,  tenía que haber actuado para no llegar a la situación actual.

Pero también el cambio generacional, las prejubilaciones, llevadas a cabo en los últimos 15 años en el sector,  tiene bastante que ver con el problema actual.  Esto me hizo recordar lo que decía en uno de mis trabajos  --en el que razono la afirmación anterior-- que publiqué en noviembre/2008,  titulado. La Banca recurrente de D. Emilio Botín y la perplejidad de un bancario,  que se puede obtener en la Red.  En el  número 4,  decía:
”…Quizá para resolver los problemas creados,  las grandes corporaciones financieras tengan que rescatar directivos con cordura,  aquellos que fueron relegados por esa ola de ejecutivos más o menos jóvenes,  sin escrúpulos y con una ambición desmedida,  autores de este desastre.  Aunque el ejemplo parezca exagerado y  fuera de contexto, ¿tendrán este tipo de empresas que planificar unaoperación rescateal modo de la ficción que se narra en la películaSpace Cowboys,  dirigida y protagonizada por Clint Eastwoood?

La sustitución del Sr. Rato por el Sr. Goirigolzarri va en esa dirección.


Santiago,  9 de mayo de 2012

José Gómez Blanco.
Analista Financiero (IEAF).  Ex.directivo bancario.
afonsodelaxes.blogspot.com
Publicado en “diarioliberal.com”,  14.05.12

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