sábado, 8 de diciembre de 2012


EL NUEVO SISTEMA FINANCIERO ESPAÑOL
La crisis del sistema financiero español,   iniciada en el ya lejano 2008,  sigue sin resolverse y,   a mi modo de ver,  las medidas que se están tomando,  lejos de resolver el problema,  lo están  complicando.  En  este  artículo voy hacer de “outsider” bancario,  tratando de ser objetivo en mi exposición.
Si ya fueron equivocadas las decisiones del anterior Gobierno socialista,  con la determinación de convertir las Cajas de Ahorros  en Bancos,  sin explorar otras alternativas que podía haber, entre ellas la nacionalización de las entidades en dificultades, como hicieron los ingleses,  para después restituirlas a su antiguo  “status”,   previa una reforma profunda de la Ley de Cajas de Ahorro de 1985,  especialmente en lo que respeta a sus órganos de gobierno,  y  dando acceso a su financiación en el Mercado de Valores,  mediante su transformación en Sociedades Comanditarias por Acciones   --modificando la Ley de Sociedades de Capital--  con lo cual su capital estaría repartido entre la Fundación y  accionistas privados.   Con ello se hubiera mantenido la Obra  Social de estas instituciones,   tan necesarias ahora mismo para paliar el problema social de los desahucios.   
Otro grave problema fue haber permitido la absorción o fusión de este tipo de entidades con la creación de nuevos Bancos,   sin antes haber  sometido sus Balances a una auditoría profunda y profesional,   con la colaboración de los Equipos de Inspección del Banco de España,   conocedores de la verdadera situación de cada entidad.    Pero no fue así,   y una parte de estas entidades fueron a parar a  Bancos ya existentes,   con ayudas de dinero público,   incluyendo al Banco de Valencia,   cedido a  Caixa Bank,   favoreciendo de esta manera  la concentración de nuestro sistema financiero en pocas entidades,   agravando el riesgo sistémico,  con el peligro que esto representa para la economía nacional.  Para los no iniciados,  hay que decir que el  riesgo sistémico se produce o puede originarse  cuando crece mucho el tamaño de una entidad financiera,   y  su quiebra puede suponer un riesgo para la estabilidad del sistema financiero de un país.
Ahora mismo,  el grueso de   nuestro sistema financiero se concentra  en seis  Bancos, más Bankia (que ya veremos cómo termina  después de saneada).   El total de activos de estas entidades ( 1,7  billones de euros),  es aproximadamente 1, 6  veces nuestro Producto Interior Bruto (año 2011:  1,07 billones de euros a precios de mercado).  El  resto de las entidades  (Cajas de Ahorro convertidas en Bancos,  entre las que se encuentran varias que necesitan sanearse con dinero público),  sus activos suman 490.000 millones de euros.    Al  final,   cuando termine todo este proceso, la mayor parte de las Comunidades Autónomas se van a quedar sin entidades financieras propias (Cajas de Ahorro y Bancos),  lo que traerá problemas  en el futuro para la financiación del sector privado de esas  Regiones.  Un caso especial es del de Cataluña.  Con un 20% del  PIB español,   las dos principales entidades catalanas,  Caixa Bank y Banco de Sabadell,   con las absorciones realizadas,  gracias a los fondos públicos,    sus activos suponen el 50%  del PIB nacional.  En las actuales circunstancias políticas,   no parece muy acertada la permisibilidad del Banco de España y de nuestro Gobierno en potenciar el sector financiero catalán.   Ya veremos en el futuro adónde van a parar geográficamente las inversiones de recursos de esta distribución asimétrica de nuestro sistema bancario.   Es curioso que la auditoría realizada por la firma de auditoría “Deloitte”  al Banco de Valencia  --la última entidad endosada--  del ejercicio 2010,  no tuviera salvedades.    Esta misma firma auditora fue la que elaboró  el informe  de “Bankia” que tuvo como consecuencia o coadyuvó a la dimisión de D. Rodrigo Rato.   Hace algún tiempo publiqué  --en Iberfinanzas.com--  un  trabajo titulado: “ El discreto encanto de las auditorías bancarias”, en el que me extiendo sobre el papel desempeñado por las sociedades auditoras en nuestro país. 
Pero la concentración de entidades no ha terminado.  Faltan  aquellas en las  que el FROB (Fondo de Reestructuración  Ordenada Bancaria)   ha inyectado  fondos públicos,   como son: NovaGalicia  Banco  y Catalunya Bank,   entre otras.   Sin duda,   el  Banco Santander y  el BBVA  están entre las sociedades absorbentes  con más posibilidades.    Es decir,   al final de todo este proceso de reestructuración bancaria,   tendremos entidades de gran tamaño,   en función de nuestro PIB,   que  tutearan  a cualquier Gobierno de la Nación (aunque tenga a su disposición el BOE)  y  habrá menos competencia bancaria,  con grave perjuicio  para los usuarios bancarios,   a los que impondrán condiciones más gravosas.  Ahora mismo las entidades emisoras de tarjetas de crédito y otras,  están gravando con intereses por encima del 25% los pagos aplazados de este tipo de crédito,  y ni el Gobierno,  éste y el anterior,  ni el Banco de España,  interviene para moderar estos tipo de interés de usura.
Mientras esto ocurre en nuestro país,  la EBA (Autoridad Bancaria Europea),  además de los “test de estrés”  realizados a las entidades más importantes del sistema financiero europeo,  está obligando,  como consecuencia de ello,   a  recapitalizarse a aquellas entidades que no han obtenido la calificación mínima exigida de capital.  Bajo mi punto de vista,  que los Bancos tengan de “core capital” (capital básico)  el  7% ó 9%  de sus  Activos,  no es demasiado importante –que también--  cuando los recursos ajenos  representan alrededor del 90% de la inversión contabilizada.  Lo más importante es la gestión del “riesgo de interés” (que se pone de manifiesto en momentos como los actuales en que la inversión bancaria prácticamente no existe fuera de la Deuda Pública)  y  “riesgo de liquidez”  --en las auditorías españolas disimulado bajo el título de “Estado de  plazos residuales” -- (que indica el grado de estabilidad financiera),   además de la gestión adecuada y primordial del “riesgo de inversión”,  para lo cual,  como vengo proponiendo desde hace tiempo,  es necesario que el Banco de España limite  porcentualmente  la inversión sectorial.    Si esto se hubiera hecho hace años,   la inversión inmobiliaria y  residencial de nuestras entidades financieras no alcanzaría el volumen que determinó el elevado endeudamiento exterior y,   en consecuencia,   la crisis económica y financiera que estamos padeciendo sería inexistente o más llevadera.

Para terminar un comentario sobre la percepción y valoración de la gestión de nuestras entidades financieras. Con fecha 29.11,   “El Mundo”  publica un artículo de D. Luis María Ansón,  titulado “La trampa semántica de la “crisis bancaria”,    en el que no escatima elogios a los bancos españoles y la excelente gestión de nuestros banqueros.  No sé cuál es el motivo del autor de este “botafumeiro” periodístico,  sin duda exagerado y falto de objetividad.    En esta ocasión no anduvo muy fino  su autor  en su  sección periodística de “Canela Fina”.
Santiago,  30 de noviembre de 2012
José Gómez Blanco.
PUBLICADO EN:  “4uPress”   y  “diarioliberal.com”

lunes, 24 de septiembre de 2012

diarioliberal.com

Domingo, 23 de septiembre de 112 Año VIII nº 2647


DIARIO LIBERAL.COM


.......................................José Gómez Blanco, analista financiero 



El diagnóstico de Stefanie C. Müller sobre España
http://www.diarioliberal.com/imagenes/linea_naranja_300.gif
Me ha llegado el artículo de Stefanie --con la que tengo intercambiado algunos correos durante meses atrás,  por su interés en conocer mi opinión sobre nuestra crisis financiera,  ahora económica--  a través de algunos amigos a los que nos preocupa la deriva política y económica de nuestro país. El artículo  en cuestión ha tenido mucha difusión en Alemania,  pero aquí pocos medios  se han ocupado de divulgarlo. Lo he leído con detenimiento y,  aun reconociendo que su diagnóstico es certero, me va a permitir su autora que haga una serie de consideraciones,  que no pasan de ser una opinión personal sobre la situación de España en estos momentos --abocada a un rescate por parte de la Unión Europea-- y el comportamiento de algunas autoridades políticas y económicas de su país.

Primero decir,  es una obviedad,  que la situación se deriva de la desastrosa gestión de los Gobiernos socialistas (2004-2011),  y a la irresponsabilidad del Presidente Zapatero y sus colaboradores en el Gobierno. En el periodo 2004-2008 no tomó ninguna medida económica para reconducir la “burbuja inmobiliaria” que ya era una realidad manejable al comienzo de su mandato,  como advirtió el Banco de España en sus Memorias de Supervisión Bancaria (2003-2004),  y después los Inspectores del Banco de España mediante una carta dirigida en el año 2006 al Vicepresidente Económico,  Sr. Solbes, que negó la crisis más veces que las del  Apóstol del mismo nombre.  El Gobernador del Banco de España hasta ese año,  D.   Jaime Caruana,  no hizo nada por frenar la creciente financiación al sector constructor/inmobiliario y, por ende,  la financiación residencial.  Su sucesor en Julio/2006,  el Sr. Fernández Ordóñez  --antes Secretario de Estado de Hacienda-- político socialista antes que técnico,  se sometió a los deseos de su Gobierno  --silenciando previamente a los inspectores de nuestro Banco Central,  que por ello no los deja exentos culpa,  al igual que a su Director General, el Sr. Arístegui, después Subgobernador-- dejando que la burbuja inmobiliaria alcanzara un volumen insoportable,  que  estalló con  la crisis de las “hipotecas subprime”  en EE.UU.,  pero con ella o sin ella nuestra crisis era imparable. 
 
Pero la culpa no es solamente de los que demandaron financiación cuando el ahorro interno estaba agotado,  sino también de los actores que nos facilitaron esa financiación  --instituciones francesas y alemanas,  bancos y cajas de ahorro--  que lo hicieron de forma irresponsable desde el punto de análisis del riesgo.  Y aquí gastamos,  gastamos, de forma irresponsable,  y  todo ello aderezado de la corrupción que dejó infectado el país.  Los banqueros, inoculados de un virus que anuló el sentido del riesgo,  propiciaron una inversión irresponsable a los sectores indicados anteriormente.  Y dentro de esta locura de gasto,  se fue ampliando la corrupción que ya existía: gastamos lo que no teníamos,  realizamos obras innecesarias,  se hicieron y presumimos de gastos fastuosos,  etc. etc.  Y así estamos.  Sobre lo que habría que hacer,  publiqué en este mismo medio “Anatomía bancaria y crisis económica”,  lo cual me evita extenderme sobre ello en este nuevo artículo. Stefanie C. Müller,  describe perfectamente la situación de nuestro país, como ya dije anteriormente,  sin embargo quiero hacer unas consideraciones propias de un generalista bancario,  de un observador y sufridor de las crisis económicas del siglo pasado y las del presente.
 
Los males de este país vienen de lejos.   Entramos en el Mercado Común  en condiciones desfavorables, que perjudicaron nuestros sectores económicos.  Después,   en 1999,  entramos en el “Euro”,  en peores condiciones,  que,   para mí,  fue la “gran estafa”,  seguramente por haber sido minusvalorada nuestra “peseta”, lo que nos llevó a un alza de precios muy importante,  mientras los salarios se mantuvieron nominales,  es decir,  no sufrieron variación, sino una traducción estricta a la nueva moneda.  Esto se puede comprobar comparando el valor de determinados objetos u accesorios,  el coste de un café, la reparación de un electrodoméstico,  el precio de los alimentos,  etc.,  un año antes de la adopción del euro y los precios actuales.  En esa época podríamos comprar el PIB alemán,  a poco más de 85 pesetas/marco.

Creo que Alemania no está siendo leal ahora mismo con España e Italia.  Por lo que respecta a nuestro país,  las reticencias de la Canciller Merkel,  las declaraciones extemporáneas  con respecto a España del Presidente del Bundesbank y su desautorización a los planes del Presidente del BCE,  no hacen más que “calentar”  el mercado de los tipos de interés de nuestra Deuda Pública,  situando los tipos de interés de los distintos plazos en niveles insoportables para nuestra debilitada y maltrecha economía,  mientras su país se financia a tipos por debajo del 1,00%,  incluso a tipos negativos.  Mientras, el domesticado Presidente del Eurogrupo,  Jean Claude Juncker,  alimenta con sus declaraciones  sobre la “duras condiciones”  rescate a España,  la subida de los tipos de interés.  ¿Por qué Alemania flagela a los “pigs”?  Creo que las razones están en su objetivo de rebajar lo máximo posible la posición de deuda de estos países financiada por los Bancos y Cajas de Ahorro alemanas,  por eso todo este proceso se está dilatando en el tiempo,  impidiendo que el BCE tome medidas urgentes para bajar los tipos  de interés efectivos y la especulación en torno a la deuda de estos países.   Así la política de la señora Merkel,  lejos de contribuir a rebajar los déficits públicos de España e Italia,  empeora su situación.   Me llamó mucho la atención hace meses una frase de Niall Ferguson,  Catedrático de Historia Económica en Harvard,  que en una entrevista publicada en “ElPaís”,  el 27.02.2011,  afirmaba: “El problema de Europa no son las Cajas,  sino la Banca alemana”,  razonando su diagnóstico económico.

Esta falta de lealtad es injustificable si se tiene en cuenta el comportamiento de los países del Eurogrupo cuando Alemania,  juntamente con Francia,  incumplían en los años 2002 y 2003,  los límites del déficit público,  superando el 3,00%,  sin haber recibido sanciones.  Por otra parte,  las consecuencias económicas negativas  de la reunificación alemana,  con un elevado paro  que llegó en 1998 al 12,6%,  y el 21,6% en la antigua Alemania Oriental,  contaron con la comprensión de los países que iban a integrarse en el “Euro” -- y posteriormente,  con la expansión monetaria del BCE--  pero claro,  en aquellas fechas el Canciller era  Helmut Kohl,  un europeísta convencido.

En unas recientes declaraciones del especulador y filántropo,  George Soros,  en las que habla de los problemas de Europa,  afirma que sería mejor tener un euro liderado por Alemania,  pero añade que un euro sin Alemania podría funcionar.  Al referirse a la división entre los países europeos  --“Merkel como buena política sabe como dividirlos” (textual)--dice que provocarán el auge de Gobiernos nacionalistas extremistas en buena parte de Europa con graves consecuencias para la unidad europea.  En España ya lo estamos padeciendo con las reivindicaciones independentistas de Cataluña,  que,  si no se le pone freno,  romperán España. Y eso está sucediendo,  a modo de traición,  en uno de los momentos de gran debilidad económica y financiera de nuestro país,  cuando era necesario que todas las Autonomías formaran una piña en torno al Gobierno de nuestra nación,  España.

Pero todo lo anterior no niega el certero diagnóstico de la periodista alemana.   De nuestros problemas,  los de España,  somos nosotros los únicos responsables,  y no hay que buscar culpables fuera de nuestras fronteras, pero para resolverlos no encontramos la comprensión ni la ayuda de algunos de nuestros socios europeos. Y tampoco ayuda,  sino todo lo contrario, el Sr. Almunia,  que seguramente aspira a  presidir un  gobierno de técnicos.  También es muy llamativo que uno de los hacedores de nuestra crisis,  el que fue Secretario de Estado de Economía con el Vicepresidente Sr. Solbes, D. David Vegara,  sea nombrado  número dos del Fondo Europeo de Estabilidad Financiera (EFSF), que decidirá las condiciones de un posible rescate de España.

Mientras los españoles vivimos de sobresalto día a día, esperando noticias peores, en nuestro país se está desarrollando una estrategia de subversión para dificultar la gestión del Gobierno,  con el objetivo de derrocarlo.  En esta situación,  creo que es conveniente recordar aquí la Oda del  poeta Bernardo López García,  escrita en otros  momentos cruciales para nuestra Patria,  cuyas décimas comenzaban: “Oigo, patria, tu aflicción,/ y escucho el triste concierto/ que forman, tocando a muerto,/ la campana y el cañón…”

Quizá lo que necesitaríamos en estos momentos son dos estadistas, uno en España y otro en Portugal,  que decidieran ponerse a la difícil tarea de unificar los dos países en una sola nación,  en igualdad de condiciones,  poniendo fin a las rivalidades y recelos de otras épocas. Haríamos una Iberia grande.


jueves, 28 de junio de 2012

EL BANCO DE ESPAÑA Y LA CRISIS FINANCIERA. TARDÍA REACCIÓN

EL BANCO DE ESPAÑA, COLABORADOR NECESARIO Y DETERMINANTE EN NUESTRA CRISIS

Introducción. Este artículo lo terminé de redactar en la fecha indicada al final, pero sobre el mismo tema tengo escrito varios artículos o trabajos, más bien esto último, porque son fruto de la investigación y de la experiencia bancaria del autor. Las dos imágenes que se citan, seguramente no saldrán en la versión del “blog” (fruto de mi inexperiencia en su manejo), pero pueden obtenerse en la Red bajo el título de “Banco de España y crisis financiera. Tardía reacción.” (iberfinanzas.com).

La actuación del Banco de España está de actualidad en estos momentos, así como la gestión de su anterior Gobernador, D. Miguel Fernández Ordóñez, por eso lo publico en mi blog.

I. En la primera página del diario “El Mundo” del pasado 21 de febrero se destacaba la siguiente noticia: “Los inspectores del Banco de España avisaron al Gobierno de la crisis en 2006”. En las interiores se reproducía el aviso que habían hecho llegar al Gobierno con fecha 26 de mayo del citado año, en el que ponían de manifiesto el riesgo acumulado por nuestras entidades financieras en el sector inmobiliario y el desmedido crecimiento de la financiación externa, pero el Vicepresidente Económico, D. Pedro Solbes --destinatario de la nota informativa-- no le dio importancia, ni tampoco los Gobernadores del Banco de España, D. Jaime Caruana (a punto de finalizar su mandato), ni D. Miguel Fernández Ordóñez, obediente a su partido.

Para el autor de este artículo ese aviso no era ninguna novedad, pues --como afirmaba en el artículo publicado en “El Correo Gallego”, el 29 de enero: “Stiglitz, Cajas e inseguridad jurídica”, en las “Memorias de Supervisión Bancaria”, de los años 2002 y 2003, publicadas por nuestro Banco Central en el primer semestre de cada unos de los años siguientes (2003 y 2004), ya se ponía de manifiesto: “Dado el mantenimiento de tasas muy elevadas de crecimiento del crédito hipotecario puede llegar a alterar las condiciones del equilibrio financiero estructural de la entidad, haciendo necesario el recurso creciente a emisiones de valores en los mercados y exponiendo a la entidad a los riesgos de las condiciones cambiantes (liquidez y precios)... los órganos de administración de cada entidad deben reflexionar sobre los mecanismo necesario para conocer la evolución de estos riesgos, controlarlos y limitarlos…” (Memoria 2003). El mismo periódico citado más arriba, le dedicó con fecha 21.05.2003, una de sus páginas de economía a la Supervisión Bancaria, con el siguiente título: “El Banco de España pide a bancos y cajas que concedan menos hipotecas”, haciendo un análisis de los datos contenidos en la “Memoria de Supervisión Bancaria” del año 2002.

Creo, y así lo he escrito, que el año 2004 fue el año decisivo para poner orden en la inversión bancaria, estableciendo límites sectoriales y reconduciendo nuestra economía para hacerla más diversificada (¿no se trataba de eso?), pero el Gobierno recién elegido en las urnas con la economía con viento en popa, no hizo nada (no hay más que constatar las inexistentes medidas económicas de ese año y los siguientes), confiando el Sr. Solbes exclusivamente en los “estabilizadores automáticos de la economía”, de los que tanto le gustaba hablar, y, posteriormente, negando la crisis más veces que las del personaje bíblico de su mismo nombre. (El Sr. Solbes también tiene en su debe la venta de oro del Banco de España, pero de eso seguramente escribiré en otro momento). Y los Gobernadores del Banco de España, tanto el Sr. Caruana (2000-2006), como su sucesor, el Sr. Fernández Ordóñez (desde Julio 2006), tampoco tomaron decisiones dentro de las facultades que tenían para poner orden en el sector financiero. Ignoro si hicieron llegar informes al Gobierno socialista sobre la situación. Fue la incomodidad de los Inspectores del Banco de España ante esta dejación de funciones de sus superiores, la que les llevó a publicar con fecha 19 de mayo del 2010, en el diario citado al principio, un artículo titulado: “Crisis, regulación y supervisión”, en el que entre otras cosas reclamaban un marco normativo de la Inspección del Banco de España y un estatuto de autoridad pública. Pero con anterioridad a esta denunciada situación de incomodidad, un Inspector del Banco de España, D. Fernando Martin, con valentía encomiable, publicó con fecha 20.11.08 un artículo en “ElConfidencial.com”, titulado “Las posibles causas de la crisis financiera”, en el que incidía en la inversión bancaria, las auditorías bancarias y el papel del colectivo inspector del Banco de España. En fechas posteriores, le dirigí una carta con mis opiniones y sugerencias, de la que recibí un amable acuse de recibo, que yo entendí.

II. Dentro del contexto general de la crisis financiera, los problemas actuales de las Cajas de Ahorro vienen derivados de la mala gestión realizada por sus dirigentes, pero no es menos cierto que, por razones electorales, el Banco de España perdió demasiado tiempo en llevar a cabo su saneamiento, además de modificar en el 2010, cuando la crisis de las entidades se hizo más aguda, las normas sobre la cobertura de las operaciones dudosas, recogidas en el Anexo IX, de la Circular 4/2004, pasando su amortización de los 24 meses iniciales a los 12 meses actuales, y modificando igualmente los plazos de aquellas operaciones con garantía real (inicialmente 6 años), con un mayor nivel de exigencias. Estas modificaciones, más convenientes en situaciones económicas normales --como preventivas— dado el crecimiento desmedido del crédito al sector inmobiliario/residencial, vinieron a empeorar la situación del sector financiero. Por otra parte, nuestro banco central alentó la venta por parte de las entidades financieras de edificios y oficinas en propiedad --que conformaban la estructura sólida de sus balances— y permitió en plena crisis la declaración de beneficios crecientes y de dudosa fiabilidad, cuando la exigencia de rigurosidad de los balances debiera primar sobre cualquier otra cuestión, pero también hay que decir que las cuentas anuales de todos estos años contaron con el plácet de las grandes firmas auditoras.

Publicado ya el RDL. 2/2011, de Reforzamiento del Sector Financiero, cuya versión original fue modificada a instancia de los nacionalistas catalanes de CiU cuando ya estaba en la Mesa del Consejo de Ministros, para introducir nuevas prebendas que benefician a las Cajas catalanas con dificultades --una vez más los nacionalistas catalanes, como otras ocasiones los vascos, sacando tajada de la debilidad del gobierno socialista, que nos venderán como una muestra de patriotismo constitucional-- y conocidos ya los datos de la ratio de capital de las entidades financieras, publicados por el Banco de España el pasado 10 de marzo, algunas de ellas, CAM, NOVACAIXAGALICIA, CAIXA CATALUÑA y UNNIM, parece que lo tendrán cada vez más difícil para mantenerse como tal, ante la imposibilidad de conseguir capital privado para cumplir el mínimo del 10% de core capital o capital básico, tras el fracaso de las gestiones realizadas con inversores, con lo cual se verán abocadas a convertirse en Bancos, con aportaciones mayoritarias del Banco de España.

Con esta política del Gobierno, contando con la obediencia sumisa del Banco de España, vamos hacia conglomerados financieros en los que van a confluir distintas culturas de empresa, excesos de plantillas, duplicidades de oficinas, etc., para más tarde estas nuevas entidades sean absorbidas por nuestros grandes bancos y grupos financieros extranjeros, en perjuicio de nuestros intereses como país. Pero detrás de esta transformación de cajas de ahorro en bancos, aunque haya neutralidad fiscal en la integración, también hay por parte del Gobierno un afán recaudatorio en el Impuesto de Sociedades y otros, que se pondrá de manifiesto cuando finalice todo el proceso y haya sólo un tipo de entidades, salvo algunas excepciones: bancos.

III. La Circular que regula la determinación y control de los recursos propios de la entidades financieras, es la número 3/2008, de 22 de mayo, de adaptación a las normas del Comité de Basilea de Supervisión Bancaria (conocido como Basilea II), y que consta de 183 páginas de normas técnicas. En mi humilde opinión, la aplicación práctica de las directivas emanadas del Basilea II, en cuanto a la gestión, medición del riesgo y cálculo de la pérdida esperada y no esperada, por parte de las entidades financieras, ha sido un fracaso. El resultado ha sido la crisis financiera actual. ¿Falta de supervisión o de cumplimiento de la regulación, o las dos cosas a la vez? ¿O interferencia política? Por lo que respecta a nuestro país, mi opinión es que fue esto último, ya que, como explico más adelante, el Banco de España tenía información exhaustiva para conocer la verdadera situación de cada entidad y del sistema en general. En un artículo que publiqué en “iberfinanzas.com” en noviembre de 2008, titulado “El Banco de España y la crisis financiera”, reproducía una frase del artículo publicado en la Revista de la Bolsa de Madrid, Octubre 2005, firmado por D. Jaime Caruana, a la sazón Gobernador del Banco de España, sobre las normas emanadas del Basilea II, que reproduzco a continuación, cuyo incumplimiento confirma lo que digo más arriba:

“Por tanto el banco, a la hora de tomar decisiones sobre riesgos, está utilizando esta metodología y esa información que, además, nos debe hacer llegar al supervisor. Y ahí está la labor del supervisor. Tiene que mirar cómo el banco valida, cómo está organizado, cuáles son los sistemas que emplea, en qué grado se involucran sus gestores y el consejo de administración, qué sistemas de “reporting” tiene, qué mecanismos mantiene para detectar y solucionar cualquier percance que pudiera darse. En definitiva es algo mucho más complejo y dinámico que el simple control de unas series de números.”

Pero no sólo el Banco de España disponía de información normalizada sobre la situación de cada una de las entidades financieras, también el Banco Central Europeo fue y es destinatario de una serie de estados informativos y estadísticos (entre ellos balances y cuenta de pérdidas y ganancias), denominados “UEM”, con datos de cada una de las entidades financieras españolas y extranjeras con sucursales en España, con periodicidad mensual o trimestral, según el tipo de información. Insisto, falta o fallos de supervisión y, consecuentemente, de toma decisiones. No hay que olvidar que las entidades financieras tienen dos características que las hacen especiales. Por un lado, los recursos que invierten, en un alto porcentaje, más del 90%, son fondos depositados propiedad de clientes en distintas fórmulas y, por otro, son empresas que no pueden administrar y gestionar los recursos invertidos, por eso es tan importante la supervisión del sistema bancario. ¿Estamos de acuerdo?

IV. Meses después de estallar la “crisis subprime” en Estados Unidos, transformada después en crisis financiera mundial --ahora crisis económica-- en los grandes centros de decisión (FMI, G-20, etc.), se estaba propiciando la limitación del tamaño de las entidades financieras, por aquello de que “una gran entidad no puede quebrar”, pero puede provocar una crisis nacional (Irlanda) y, si son varias, una crisis mundial (EE.UU). Parece que eso está olvidado, ya no es el problema. En el gráfico que figura a continuación, se puede observar el tamaño del sector bancario de varios países en relación con el PIB del año 2009, y la diferencia con Irlanda. Pensemos en nuestro país: el tamaño del balance consolidado del BSCH, es equivalente a nuestro PIB. Hago el comentario sólo a título de ejemplo, sin entrar en otras valoraciones. Siempre pensé y sigo pensando, que el tamaño del sistema financiero de un país debe estar acorde con el tamaño de su economía. El gráfico que reproducimos a continuación, es muy significativo y explica el problema del sistema bancario irlandés, pero también se puede observar el tamaño de nuestro sector bancario en comparación con el de otras economías nacionales más grandes que la nuestra.

Pero hay más, en una entrevista al Ex Primer Ministro Británico, Gordon Brown --que fue el primer mandatario europeo que tomó medidas drásticas para salvar el sistema bancario de su país-- realizada por los periodistas M.Evers y C. Pauly --muy interesante-- publicada por “El País” (27.02.11), habla de los análisis que se hicieron en el año 2007, a ambos lados del Atlántico, sobre lo que ocurriría en el caso de que se hundiera un único banco, pero no analizaron las interrelaciones dentro del sistema, llegando tarde a la conclusión de lo que pasa en un banco tiene repercusiones en muchos otros, de ahí la necesidad contar son un sistema de control financiero global. Y añade algunas afirmaciones, que he abreviado, tales como:

· Los riesgos hipotecarios de EE.UU. fueron los desencadenantes de la crisis.

· La mitad de los valores-basura generados se vendieron a bancos europeos.

· Los responsables de Lehman ocultaron su verdadera situación financiera. En su opinión, no se puede responsabilizar a un supervisor cuando un banco falsea sus balances.

· No tuvieron en cuenta las interdependencias entre las diversas instituciones financieras. Lo que pasa en un banco tiene repercusión en muchos otros.

· En algún momento, los gigantes financieros globales se han desvinculado de los principios que exigimos a otras instituciones (confianza, integridad, responsabilidad). Los banqueros se regían por otras normas.

A los que quieran profundizar en estos temas de supervisión y regulación del sistema bancario, les recomiendo que lean los trabajos publicados de D. José María Roldan, Director General de Regulación del Banco de España, entre otros, “Reflexiones sobre la crisis financiera en un entorno de crisis”, publicado en Enero/2009, que fue el encargado de explicar hace pocos días en la City londinense las medidas del Gobierno para el sistema financiero, y también los artículos publicados por D. Jaime Caruana desde que es Director General del Banco Internacional de Pagos (BIS), sobre la vigilancia del riesgo para el conjunto del sistema financiero y la puesta en práctica de un enfoque macroprudencial (sistema financiero en su conjunto), como respuesta a las crisis financieras (Agosto-Octubre 2009), o el Informe del FMI sobre la crisis económica y financiera, publicado en Enero/2011, especialmente las páginas 26 a 29, inclusive, sobre las carencias y omisiones de los informes técnicos. Ellos, entre otros muchos, son algunos de los grandes “gurús” de las crisis, a posteriori, porque lo cierto es que cuando se estaba formando eso que se llamó la tormenta perfecta, no se enteraron de nada.

Pero hay otro extenso informe conocido como “ Inquiry Report. Comisión Phil Angelides” de EE.UU., publicado el pasado mes de Enero, Comisión Oficial para conocer las causas económicas y financieras de la crisis, que llega a las siguientes conclusiones:

1. La crisis económica fue evitable.

2. El fracaso de la supervisión y regulación financiera tuvieron efectos devastadores en los mercados financieros de la nación.

3. El fracaso de los gobiernos corporativos y la administración de riesgos en las más importantes instituciones financieras, fueron la causa crucial de la crisis.

4. El gobierno de EE.UU. no estaba preparado para la crisis y sus inconsistentes respuestas acrecentaron la incertidumbre y el pánico de los mercados financieros.

5. Hubo una falla sistémica en la responsabilidad y la ética.

6. Las normas de préstamos hipotecarios y su aseguramiento, fueron los conductores y la llama de contagio de la crisis.

7. Las operaciones con derivados, contratados en mercados no regulados (over-the-counter), contribuyeron significativamente a la crisis.

8. El fracaso de las agencia de calificación crediticia (rating agencies) fueron engranajes esenciales en la rueda de la destrucción financiera.

Hecho de menos en las conclusiones de este informe una referencia crítica al papel desempeñado por las firmas de auditorías de cuentas y a las sociedades tasadores de inmuebles, que también contribuyeron a la generación de la crisis y sus consecuencias.

V. Pero volviendo a nuestro país, y como información final, el Banco de España recibe mensualmente de las entidades financieras, toda la documentación contable (balances y cuenta de resultados, en distintas versiones), además distintos estados informativos, en plazos regulados, a los que me he referido anteriormente, que le permiten conocer la situación de cada entidad, además de las inspecciones “in situ”, para reforzar su conocimiento y actuar en consecuencia en caso de desviaciones de distinta gravedad. Además de la información anterior, el Banco de España cuenta con un instrumento destinado al control de los diversos riesgos concedidos por las entidades financieras, la conocida CIRBE (emanada de la Central de Información de Riesgos del Banco de España), desarrollada por la Circular 3/1995, y modificada por varias circulares posteriores, que es elaborada mediante las declaraciones mensuales de las propias entidades, en la que se detallan de forma exhaustiva y nominativa los riesgos concedidos y posiciones actuales de todo el sistema bancario, de forma global y a nivel riesgo-cliente. Documento informativo excepcional.

Vuelvo a insistir: el Banco de España pudo evitar nuestra crisis bancaria o, al menos, reducir sus efectos nocivos, que nos hubiera permitido enfrentarnos a la crisis económica mundial, derivada de la crisis financiera, en unas condiciones de fortaleza que hubieran disminuido sus efectos negativos sobre nuestra economía. Pero el Sr. Fernández Ordóñez, como hizo antes su antecesor, prefirió ignorar los informes de sus inspectores. Imperó la política sobre la supervisión bancaria. Tanto es así, que en la conferencia pronunciada por el Sr. Fernández Ordóñez, con fecha 13 de diciembre de 2010, en la Asociación de Mercados Financieros, titulada: “La crisis y los mercados financieros”, justifica la actuación del Banco de España en los años anteriores a la crisis financiera. Pero la irresponsabilidad del actual Gobernador el Banco de España va más allá. En un reciente encuentro financiero celebrado el pasado día 5 en Madrid, reprochó a los políticos (Gobiernos) como culpables de la situación de las Cajas de Ahorros, al no haber hecho en su momento las reformas necesarias, descargando, al mismo tiempo las culpas a su antecesor, D. Jaime Caruana, nombrado por el Gobierno del Partido Popular en el año 2000, creo que con el consenso del Partido Socialista. El Sr. Fernández Ordóñez es el mismo que a finales del 2007 escondía la crisis –si es que se enteró de su existencia-- para favorecer electoralmente al partido al que pertenece. Tendría que dimitir de su cargo, pero cuenta con la ventaja de que el Partido Popular, por responsabilidad, no puede pedir su dimisión, para no complicar la situación de España en los mercados internacionales. También el Subgobernador tiene su responsabilidad, ya que antes de acceder al cargo fue el Director General de Supervisión (Inspección de entidades financieras) de nuestro banco central. Su antecesor, D. José Viñals, abandonó el Banco de España antes de terminar su mandato, eludiendo su responsabilidad, para refugiarse en el Fondo Monetario Internacional.

No obstante, como quiero ser justo, quiero reproducir aquí una frase del Profesor Torrero Mañas, que contiene un artículo sobre Greenspan, publicado en el año 2005, sobre la conducta de los bancos centrales en presencia de burbujas o desórdenes financieros, y pregunta:

“¿Quién se atreve a parar una burbuja y se arriesga a pasar a la historia como alguien que en previsión de un problema, que quizá se produzca en el incierto futuro, genera una depresión económica ahora? ¿Debe tener en cuenta un banco central la evolución de los mercados bursátiles?”.

Aun así, sería deseable de que en nuestro país se abriera una investigación --como la llevada a cabo en EE.UU., comentada más arriba-- para poner de manifiesto las causas que originaron nuestra propia crisis --sobre la cual vengo publicando trabajos desde principios de 2008 (véase, “Entidades financieras y crisis hipotecaria”, publicado en “GEES.es”, 10.01.08)-- y la responsabilidad de nuestro banco central y la de los ejecutivos de nuestras entidades financieras, así como la actuación en sus respectivos ámbitos de las sociedades auditoras y tasadoras. Pero como esto no va a suceder, que cada uno valore la actuación de nuestros responsables políticos, económicos y financieros en esta crisis ya económica, y les aplique las indulgencias o penitencias teóricas que considere necesario, ya que las materiales no se harán efectivas.

Para terminar, una recomendación dedicada a los banqueros, que no es mía, sino de Hug McCulloch, en aquel entonces, diciembre de 1863, Interventor de la Moneda, y más tarde Secretario del Tesoro de los Estados Unidos, contenida en sus “Recomendaciones a los banqueros de 1863”, que sin duda conocerá el Ex Primer Ministro inglés, Gordon Brown:

Persiga un negocio bancario directo, honesto y legítimo. No deje que la perspectiva de grandes beneficios le tiente a hacer nada que no esté permitido por la Ley de Moneda Nacional; los espléndidos financieros, en el mundo de la banca, son generalmente o farsantes o truhanes.”

Pues eso. La honestidad, la legalidad y la discreción son valores que aprendí en la empresa en la que trabajé varias décadas, valores siempre apreciados por los clientes, los de ayer, los de hoy, y, sin duda, los de mañana.

José Gómez Blanco. Analista Financiero (IEAF). Ex Directivo bancario.

Santiago, 15.04.2011.

SEGURIDAD SOCIAL, LO QUE ERA Y LO QUE VENDRÁ

SEGURIDAD SOCIAL, LO QUE ERA Y LO QUE VENDRÁ

El Instituto Nacional de Previsión, creado en 1908 por D. Antonio Maura y promulgado por el Rey Alfonso XIII, fue la institución que se encargó de la Seguridad Social y la asistencia sanitaria, pero pasaron varias décadas hasta que se implantó el Seguro Obligatorio de Enfermedad (1942). Después de varias etapas, en 1963, mediante Ley, se desarrolló el sistema de Seguridad Social, entre ellas, por importante, la Ley General de la Seguridad Social de 1966, que entró en vigor en 1967. Leyes posteriores fueron perfeccionando su funcionamiento y ampliando las prestaciones hasta nuestros días, mérito de los distintos Gobiernos, salvo los últimos, que dejaron este país al borde de la ruina y afectadas las prestaciones, y ahora mismo estamos en una situación de derribo.

La Seguridad Social es una institución de la que los españoles nos mostramos satisfechos y hasta presumimos de ella. Pero con la crisis en la que estamos inmersos, llegaron las rebajas. Primero fue la supresión de medicamentos recetables, después los genéricos de la Conselleira de Sanidad gallega, luego los “principios activos” de la Ministra Pajín, y ahora --según en qué Comunidad Autónoma (la pionera es la del señor Mas)-- la implantación del copago para los jubilados y asimilados, el pago por receta, además de cuestionar una serie de prestaciones. La política de “puertas abiertas” del Ministro Caldera, supuso la atención médica y farmacéutica, con cargo a la Seguridad Social, de decenas de miles de personas en situación irregular, cuando debió hacerse con cargo a los Fondos de Cooperación Internacional, además de la realización de costosas operaciones quirúrgicas a otras que no nunca cotizaron en nuestro sistema de protección. En estos días se ha descubierto que más de 200.000 personas figuraban de alta como pensionistas o asimilados, pero que no lo eran. Una falta de control, y lo que habrá.

Pero lo que me llama la atención de todo esto, es la falta de sentido político de quienes nos gobiernan, que van lanzando mensajes para trasladar en un futuro próximo el coste de algunos servicios, como es la comida a los enfermos en los hospitales, la utilización del servicio de urgencias, las ambulancias para traslados de enfermos, según sus padecimientos, etc. ¿Para cuando el pago de los recipientes para análisis urinarios? ¿O terminaremos utilizando envases de vidrio de salsa de tomate? Todo vendrá. Y hasta se presume de estos ahorros, con escasa visión –desde el punto de vista político-- de lo que están trasladando a la sociedad. Pero vendrán las elecciones. Si yo fuera la Ministra de Sanidad, moderaría las “eficiencias económicas” de algunos de sus colaboradores –que ya están preparando exclusión de una nueva serie de medicamentos (como el omeprazol)-- pero que no ven las consecuencias de sus propuestas economicistas. Por el camino que llevamos, los beneficiarios de la S.S. tendremos que renunciar a nuevos medicamentos de los laboratorios de investigación, y habrá que esperar a que los años los transformen en genéricos. De hecho, ya existe algún medicamento muy efectivo contra alguna variedad de cáncer que no se receta en algunas Comunidades Autónomas.

Hoy, 28.06, “El Mundo” publica una foto de la Ministra, con todos sus colaboradores, lamentablemente muy sonrientes, poco antes de comenzar la reunión donde se suprimieron más de cuatrocientos medicamentos que ya no recetarán los médicos de la otrora excelente Seguridad Social, que no fue ni es gratuita, ya que la pagamos con nuestros impuestos. Aconsejaría al Gobierno que si no saben dónde recortar gastos, llamen a D. José Barea. La Seguridad Social es un tema muy sensible, que hará recordar épocas pasadas. Así que –como dicen en mi tierra-- ¡sentidiño!

José Gómez Blanco 28.06.12

Jubilado.

miércoles, 13 de junio de 2012

RESCATE, BANCA Y AGENCIA TRIBUTARIA

RESCATE, BANCA Y AGENCIA TRIBUTARIA

El rescate financiero de España por parte de la UE, pone de manifiesto, sin más engaños, la verdadera situación del sistema financiero español, la gravedad de las pérdidas --contabilizadas o no— de las inversiones inmobiliarias, agravadas por el reparto de ganancias ficticias, la ventas de edificios y oficinas propios para provisiones y mantener el pago dividendos y las altas retribuciones y fondos de jubilación de los altos directivos. Esperemos que los evaluadores internacionales hayan acertado en la cifra publicada y no haya que revisarla, que no sería una sorpresa, dada la opacidad generada de los balances bancarios, bendecidos, año tras año, por las sociedades auditoras. El Banco de España, como ya tengo escrito, fue colaborador necesario y determinante en nuestra crisis inmobiliaria, al no tomar medidas en su día (año 2004) para limitar la inversión sectorial de las entidades financieras, ni tampoco en el año 2006, cuando avisaron los Inspectores del Banco de España. El resultado de todo ello está a la vista.

En el Febrero/2009 publiqué un trabajo, titulado: “El dinero se crea, pero no se destruye: se trasvasa” -- que se puede obtener en la Red-- en el que intenté razonar esta afirmación, y decía: Si el dinero se crea, pero no se destruye, como sostengo, ¿adónde fueron a parar los beneficios derivados de las pérdidas monetarias (ganancias para otros) que han contabilizado entidades financieras, compañías de seguros, inversores bursátiles, etc., originadas por la especulación y la falta de escrúpulos de los tiburones financieros internacionales? Parece indiscutible que en una transacción económica, las pérdidas de una de las partes se corresponden con las ganancias de la otra, aunque este beneficio se pueda diferir en el tiempo. Luego, el dinero no se destruye, sino que se trasvasa de unos a otros. Todas las pérdidas contabilizadas y puestas de manifiesto en el último año por parte de entidades financieras y otro tipo de compañías, que han obligado a los gobiernos occidentales y otros a reforzar con dinero público sus capitales para evitar la quiebra del sistema financiero internacional, han tenido, sin duda, contrapartes que se han beneficiado de esas operaciones fallidas”.

Por eso quiero poner de manifiesto que las operaciones fallidas originadas por el sector inmobiliario/constructor a las entidades financieras (miles de millones de euros), puesto que el dinero no se destruye, como sostengo, cabe investigar adónde fueron a parar (180.000 millones de “activos tóxicos”), quiénes fueron los beneficiarios y si estas cantidades o ganancias fueron fiscalmente transparentes o no. Y esta misión en parte le corresponde a nuestra Agencia Tributaria. Me explico.

Las operaciones fallidas, prácticamente irrecuperables, están debidamente identificadas en la información adicional de los balances bancarios, y también por parte del Banco de España. Se trata de cantidades totalmente dispuestas por los acreditados o prestatarios. Por ello, la Agencia Tributaria debería investigar a las empresas beneficiarias, exigiéndole la justificación de los pagos realizados con los fondos obtenidos: compra de terrenos, edificación de edificios, gastos, etc.; ventas y cobros. Habrá cantidades injustificadas o disimuladas, opacas o distraídas fiscalmente, y ahí es donde tiene que actuar la AEAT, abrir expedientes y recuperar los impuestos no pagados. Al mismo tiempo, trasladar al ámbito judicial aquellos casos de delito fiscal o penal. Una gestión eficaz de estas operaciones por parte de la AEAT permitiría la recuperación de miles de millones de euros, que rebajarían el déficit y deuda pública que tenemos. La AEAT actuaría, por fin, en las grandes bolsas de fraude, como es su obligación, sin distraerse tanto en aquellos contribuyentes con rentas de trabajo o similares, que a esos sí que los vigilan de cerca. ¿Lo harán? ¿O tendremos que traer Inspectores fiscales de la Unión Europea?

José Gómez Blanco. Santiago, 11.06.2012

Arnalista Financiero (IEAF)

(Publicado en “diarioliberal.com )

martes, 5 de junio de 2012

EL SILENCIO DE LOS...INSPECTORES DEL BANCO DE ESPAÑA

EL SILENCIO DE LOS…INSPECTORES DEL B.E.

En los últimos meses las críticas arrecian hacia el Gobernador del Banco de España, que dentro de unos días dejará su cargo, después de seis años de una gestión desastrosa y una política de mordaza a los Inspectores de la institución, lo que ha originado la cuasi quiebra de un buen número de entidades financieras, especialmente la centenarias Cajas de Ahorro, que han sido enterradas por él y la ex.Ministra Salgado, cuando había formas de evitarlo, como ya expliqué en este mismo periódico. No quiero extenderme más de lo debido, porque sobre la actuación del Sr. Fernández Ordóñez he escrito varios artículos, el primero de ellos en Septiembre/2008, titulado, “El Banco de España y la crisis financiera”, que se puede obtener en la Red o en mi blog (afonsodelaxes.blogspot.com).

De lo que quiero hablar es del Cuerpo de Inspectores del Banco de España que, con su silencio, han colaborado pasivamente en la desastrosa situación en que se encuentran un buen número de entidades financieras. Como quiero ser justo u objetivo, tengo que citar, en su descargo, la carta que dirigieron en el año 2006 al Vicepresidente Económico, Sr. Solbes --dos meses antes de la toma de posesión del Sr. Fernández Ordóñez-- en la que ponían de manifiesto la situación de nuestro sistema financiero como consecuencia de la concentración de sus inversiones en el sector constructor/inmobiliario y, recientemente, en otra comunicación al Presidente del Gobierno, cuando ya estaba decidido que sociedades extranjeras auditarían el sector bancario, para llegar a una conclusión definitiva de su situación. Aquí se les puede aplicar aquella frase de El Quijote, ampliado el verbo, a propósito de un pollo: ¡tarde piáchedes…! Ahora mismo han quedado desacreditados. Lo mismo que les pasará a los Inspectores de la Agencia Tributaria, muy persistentes y exigentes con los contribuyentes de poco peso tributario, y muy dóciles y silenciosos con los poderosos, con los que son amnistiados por la Audiencia Nacional.

Aunque se valgan de su Estatuto profesional, del silencio obligado impuesto por el Gobernador, creo que como colectivo tenían que haber sido más combatientes, más explícitos, por el bien de nuestra nación, España, arruinada por determinados gestores bancarios, ineptos y enriquecidos; políticos corruptos y sus adláteres. ¡Pobre España, me duele España!

José Gómez Blanco Santiago, 05.06.12

Analista Financiero (IEAF)


jueves, 31 de mayo de 2012

ANATOMÍA BANCARIA Y CRISIS ECONÓMICA. II PARTE

ANATOMÍA BANC ARIA Y CRISIS ECONÓMICA (II)

1. Introducción

Un reciente artículo de D. Javier Gómez de Liaño --“Los trapos sucios de Bankia y otro más”—publicado en El Mundo, 24.05.2012, me animó a escribir la segunda parte del artículo de este mismo título, ya publicado (Fundación Civil, 21.05), para añadir algunos comentarios sobre lo que dice el ex Magistrado e incidir en el tema de “Bankia” y nuestro sistema financiero.

Creo que la reforma de nuestro sistema bancario se llevó mal desde un principio, al tomar decisiones y trasladarlas al BOE sin conocer la verdadera situación de nuestras Cajas de Ahorro y algunos Bancos. El veredicto de la señora Salgado, Vicepresidenta Económica, ayudada por el Sr. Fernández Ordóñez, Gobernador del Banco de España, fue la desaparición de las entidades de ahorro. Un problema de gestión y otro jurídico (la Ley de Cajas de Ahorro de 1985 (LORCA) y la composición de los Consejos de Administración), derivó en la supresión de este tipo de instituciones, sin haber profundizado en soluciones alternativas. Estaba decidido: nuestras grandes entidades serían las favorecidas de esta liquidación, a precios de saldo. Otro error más, como explicaré más adelante.

A raíz del problema suscitado por la fusión de la Caja de Ahorros de Galicia y Nova Caixa Galicia, en unos artículos publicados en “El Correo Gallego”, propuse --dado los problemas de financiación de este tipo de entidades-- que se reconvirtieran en sociedades comanditarias por acciones (Ley de Sociedades de Capital), modificando la ley del mismo nombre para adaptarla a las necesidades del nuevo tipo de instituciones. De esa manera, el capital estaría repartido entre los socios colectivos (Fundación-Obra Social) y los nuevos accionistas, propietarios de acciones nominativas que cotizarían en Bolsa, como lo permite la mencionada Ley. Habría que definir que proporción de capital societario tendrían los accionistas y los socios colectivos (Fundación), además de la composición del Consejo de Administración, desprovisto de políticos, sindicalistas e incompetentes. De esta forma, este tipo de sociedades podrían acudir al Mercado de Capitales para financiarse, abandonando las cuotas participativas, obligaciones preferentes, etc., que tanto problema han generado. La idea no fue recogida por nadie, aunque, además de publicarla, la hice llegar a un destacado miembro del Parlamento gallego y la trasladé como sugerencia al propio Banco de España. Pero ya era tarde: las Cajas de Ahorro y su Obra Social estaban condenadas a su desaparición.

Con el nuevo Gobierno pasa algo parecido. Se está legislando sin conocer a fondo el problema de cada una de las entidades financieras, al mismo tiempo que se ha desacreditado al Banco de España. Su Gobernador, un incompetente, lo tiene bien merecido. Sobre ello tengo publicado un trabajo, titulado: “El Banco de España, colaborador necesario y determinante en nuestra crisis”, que se puede obtener en la Red y en mi blog (afonsodelaxes.blogspot.com), lo cual me libera de extenderme en este tema. Pero ha sucedido otra cosa más grave, se ha desacreditado a los órganos supervisores de nuestro Banco Central, que sí --estoy seguro-- conocen bien la situación de cada entidad financiera. Si algo se les puede achacar a los Inspectores del Banco de España, es que guardaran silencio sobre una situación tan grave para nuestro país (acabo de leer que su Asociación le ha dirigido recientemente una carta al Sr. Rajoy). Demasiado tarde, ya que ahora vendrán sociedades auditoras extranjeras para decirnos cómo está cada una de nuestras instituciones financieras. Estoy totalmente de acuerdo con lo que dice D. Mario Conde en su articulo del 12.05, “No se ha realizado una verdadera reforma del sistema financiero”, publicado en la Web de Fundación Civil. Lamentable decisión la de este Gobierno. Sólo añadir un pequeño comentario sobre las sociedades inmobiliarias que se van a crear para absorber los inmuebles adjudicados por las entidades financieras (banco malo). En estas operaciones de trasvase inmobiliario, ¿se va aplicar de forma estricta el “valor razonable” definido por las normas contables NIC/NIIF, o se va a echar mano de la “contabilidad creativa”?

2. Supervisión del Banco de España

La Circular 4/2004 del Banco de España, definida como “circular contable”, regula de forma exhaustiva y precisa nuestro sistema financiero. Se trata de un documento de más de 500 páginas con sus anexos, complicado de leer y entender para no especialistas. Esta Circular fue modificada en varias ocasiones, entre ellas, para adaptarla a las NIC/NIIF y a las directivas europeas. La documentación que las entidades financieras tienen que enviar en plazos regulados al Banco de España --incluidos los Balances de Situación y Cuentas de Resultados, tanto la públicos como la reservados, y los desgloses en anexos definidos, son suficientes para conocer la verdadera situación de las entidades, que posteriormente son verificadas “in situ” por los Inspectores del Banco de España. Cada año, nuestro Banco Central publica una “Memoria de Supervisión Bancaria”, en la que figuran estadísticas de las actuaciones supervisoras, escritos dirigidos a las entidades supervisadas y los expedientes sancionadores iniciados por el supervisor, etc. El cuadro que aquí no se puede ver, pero si en la Web, detalla las actuaciones inspectoras del Banco de España in situ, correspondiente al ejercicio 2010, desglosado por tipo de entidades.

Por otra parte, las entidades financieras están obligadas a remitir mensualmente los riesgos, de todo tipo, asumidos con sus clientes, superiores a 6.000 euros. Este documento excepcional, elaborado por el Banco de España, conocido como la CIRBE (información regulada por la Circular 3/1995, actualizada) sirve para tener un profundo conocimiento de los riesgos bancarios, desglosados de forma nominal y sectorial, concentración de riesgos, etc., que debía haber servido, ya en el año 2004, para evitar la concentración de riesgo sectorial, como vengo proponiendo desde hace años, lo que hubiera evitado la crisis económica que estamos padeciendo o, al menos, disminuir de forma importante sus efectos nocivos sobre nuestro tejido económico y social.

3. “Bankia” versus “Banesto”.

En esta sucesión de acontecimientos, llama la atención el distinto tratamiento que con Gobiernos socialistas y Gobernadores del Banco de España elegidos por el mismo Partido, han tenido en las crisis de las dos entidades. Si mal no recuerdo, en “Banesto” el “agujero” fabricado en el año 1993 para separar a su Presidente y cúpula directiva de la entidad, fue de 500.000 millones de pesetas (equivalentes nominalmente a 3.000 millones de euros), que no tiene comparación con los recursos públicos inyectados a las Cajas de Ahorro con dificultades, empezando por la primera de ellas, “Castilla-La Mancha”, y terminando por “Bankia” que, además de la cantidad inicial (4.465 millones de euros), necesita según su Presidente, el recién elegido, Sr. Goirigolzarri, 19.000 millones más, con lo cual la cifra de irá a 23.465 millones de euros. ¿Saben cuánto es en pesetas? Ni más ni menos que 3.904.247.490.000 pesetas, es decir, casi 4 billones de pesetas. ¡Casi nada! En el primer caso, como consecuencia de dos pagos de la entidad, una donación a un Partido político y el pago de una comisión para conseguir en el Ministerio de Economía y Hacienda (Sr. Solchaga) beneficios fiscales para separar su gran grupo industrial (el mayor de Europa) del Banco, a un coste razonable, finalizó con la condena penal de su Presidente y otros miembros de la cúpula directiva, aunque finalmente se clarificara el verdadero destino de los fondos librados a una cuenta en Suiza. El pago al partido político fue penalizado sólo en este caso, no sé si por deficiencias de instrumentación o por agregar más causa judicial, cuando todo el mundo sabe que las entidades financieras vienen desde hace años condonando operaciones de préstamo a partidos políticos, mediante su contabilización --cuando llegan a incumplimiento o vencimiento-- primero como operaciones morosas y, posteriormente, como fallidas, sin que medie reclamación previa. Según parece, el Banco de España le viene negando esta información al Tribunal de Cuentas, con lo cual no hay clarificación ni exigencia de responsabilidades. En el caso de “Bankia” parece que no existe voluntad por parte del Gobierno de investigar el “agujero” creado, ni tampoco de exigir responsabilidades a sus administradores, ni tan siquiera la constitución de una comisión investigadora en el Parlamento español. En vez de hacer un conglomerado financiero en torno a Caja de Madrid, mediante la fusión con entidades con graves problemas y pérdidas, debió tratarse una a una y, según la situación, actuar en consecuencia, evitando el descrédito internacional. Para tener una idea de lo que piensan de nuestro país fuera de nuestra fronteras, recomiendo la lectura del magnífico artículo del Profesor de Recursos Humanos de la Universidad de Alcalá de Henares, D. Ignacio García de Leániz, “No podemos mirarles a los ojos”, publicado en este mismo mes en “El Mundo”, que se puede obtener en la Red.

Tiene razón el ex. Magistrado, citado al principio, cuando afirma en su artículo: “Quienes gestionaron mal y por tal ha de entenderse la administración desleal, el falseamiento de cuentas, la adopción de acuerdos abusivos, la obstaculación de actividades inspectoras o supervisoras, la disposición fraudulenta de bienes o la asunción de obligaciones de las que se hayan derivado perjuicios notables y evaluables a sus socios y depositarios, deben responder por ello.” Con un lenguaje más jurídico y concreto, como no podía ser de otra manera, el Sr. Gómez de Liaño, coincide en lo fundamental con lo expuesto por mí en el primer artículo sobre este tema.

4. Las grandes entidades financieras y el riesgo sistémico.

Como consecuencia del derribo --de eso se trata-- de una parte importante de nuestro sistema financiero --error que pagaremos en el futuro-- se va a una concentración de riesgos y recursos en unas pocas entidades financieras, mediante la decisión unilateral o subasta por parte del Banco de España, a precios de saldo o pura cesión sin contrapartida, además de ayudas públicas del FROB a la sociedad absorbente. Resultado de ello es la concentración bancaria en cinco grandes grupos por orden descendente de activos: BFA (Bankia), Caixa Bank-Banca Cívica, Santander (Banesto), Popular-Pastor y BBVA-Unnim. Pero falta por repartir el resto de la “tarta bancaria”, que sin duda beneficiará a los tres primeros grupos. Pero esta formación de conglomerados financieros tiene algunos aspectos o consecuencias negativas, no excluyentes:

· Integración en la entidad absorbente de personal formado con otros principios y prácticas diferentes. La formación, el enfoque del trabajo, la actitud ante los clientes no es la misma en un banco que en una caja de ahorros.

· La necesaria reducción de la plantilla resultante, en la que los sindicatos tratarán de que se realice por edades, sin tener en cuenta para nada la experiencia y el conocimiento de los seleccionados. Sin duda, serán expulsados de las plantillas personal que se debería conservar. No es un problema de edad, sino de pura competencia profesional.

· La reestructuración e integración de personal, métodos operativos, filosofía comercial, etc. , serán problemas añadidos y llevará años antes de que se consiga el funcionamiento de forma unitaria.

· La integración del todo el sistema financiero español, concentrándolo en unas pocas entidades, pero de mayor tamaño, reducirá la competencia comercial del sistema financiero, tendiendo hacia una práctica semimonopolística, con efectos negativos para los depositarios de fondos y para usuarios o demandadores de financiación y servicios: empresas y particulares.

Pero hay otro problema que no se debe pasar por alto. A mayor tamaño de las entidades resultantes, mayor riesgo sistémico. Cuando en el año 2008 se puso de manifiesto la “crisis subprime” en EE.UU., después transformada en crisis financiera mundial, para terminar en una crisis económica, en las primeras reuniones del G-20, FMI y otras instituciones europeas y mundiales, se llegó a la conclusión del peligro que podrían transmitir las grandes entidades financieras en crisis y sus efectos sobre la economía real, propiciando medidas para reducir el tamaño de los conglomerados financieros a nivel mundial. Transcurridos unos pocos años desde el inicio de la crisis ya nadie habla del riesgo sistémico y, si se hace, es en los ámbitos teóricos y académicos. En una conferencia pronunciada en Madrid en noviembre del año 2006, precisamente por el dimitido Presidente de “Bankia”, D. Rodrigo Rato, en aquellas fechas Director General del FMI, habló de los enfoques de la supervisión microprudencial (inspección de las entidades financieras) y macroprudencial (supervisión en conjunto del sistema financiero en función del riesgo sistémico), y decía:

“Si bien este enfoque microprudencial es importante, las autoridades también deberían pensar más en limitar la posibilidad de que las dificultades financieras a nivel sistémico afecten negativamente a la macroeconomía, o viceversa, que la evolución macroeconómica cree dificultades en el sistema financiero. Dicho en otras palabras, el enfoque macroprudencial se centra en la relación entre el sistema financiero y la economía en general. El objetivo final es evitar que las dificultades financieras repercutan negativamente en el producto. El análisis macroprudencial complementa estrechamente y refuerza las señales de alerta temprana y otros instrumentos analíticos para realizar un seguimiento de los factores de vulnerabilidad y evitar las crisis financieras.”

Pues nosotros con la reforma financiera vamos en sentido contrario. Entidades más grandes y, por tanto, mayor riesgo para nuestra economía y menos competencia. Un ejemplo es el Banco Santander: el tamaño de su balance consolidado es similar a nuestro PIB. “Bankia”, si se consolida su situación, su balance nacional es superior al equivalente del Banco Santander.

Para terminar, quiero hacer una referencia al discurso pronunciado por D. Mariano Rajoy en el Congreso del Partido Popular en Sevilla, semanas antes de las Elecciones Generales, en la que salió elegido candidato a la Presidencia del Gobierno. Dijo --la frase no es textual-- “que él no le debía nada a nadie, que su elección se la debía únicamente a los compromisarios que estaban representando allí a todo el Partido Popular”. Si es así, no se entiende algunas decisiones de su Gobierno, alguno de cuyos miembros ya ha anunciado, refiriéndose precisamente a nuestro sistema financiero (Bankia), que no perderá el tiempo investigando y volviendo la vista atrás, sino resolver los problemas existentes. No estoy de acuerdo.

Como “Bankia” es noticias todos los días, ahora han entrado en escena los Inspectores del Banco de España, que se han dirigido por carta al Presidente del Gobierno. Según dicen, el Ministro de Economía, Sr. De Guindos, no ha querido recibirles. Su interlocutor en el Banco de España es el Subgobernador, Sr. Aríztegui --antes de serlo fue Director General de Supervisión Bancaria— y supongo que fue premiado por su de discreción. Hace mal nuestro Ministro desconociendo “que para saber cómo va la empresa hay que hablar con los que barren la fábrica”. Los que tienes al lado o no te dirán la verdad cuando hay problemas, para no asumir responsabilidades, o no se habrán enterado de lo que está sucediendo. La frase entrecomillada no es de ningún “krugman” americano. Es mía. Los verdaderos profesionales entenderán lo que quiero decir.

José Gómez Blanco Santiago, 27.05.2012

Analista Financiero (IEAF). Ex.directivo bancario.

Publicado en “diarioliberal.com”